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Los PFAS, a menudo llamados "químicos eternos", son compuestos sintéticos que apenas se descomponen con el tiempo. Se han utilizado ampliamente en la industria porque resisten productos químicos, repelen el agua y repelen el aceite, propiedades que los hacían parecer esenciales para muchos procesos de fabricación.

La estructura de fluorocarbono de los PFAS les permitió crear una capa extremadamente estable y de baja fricción en las superficies metálicas. Esta película protectora desempeñó un papel clave en la reducción de la fricción, minimizando el desgaste y mejorando la precisión bajo las temperaturas y presiones extremas que se encuentran en industrias como la aeroespacial, dispositivos médicos y otros mecanizados de alta precisión. Compuestos como PFOS (sulfonato de perfluorooctano) y PFOA (ácido perfluorooctanoico) fueron una vez ingredientes esenciales en muchas formulaciones, proporcionando tanto lubricación como protección contra la corrosión.

Los PFAS son extremadamente persistentes en el medio ambiente y apenas se descomponen con el tiempo. Cuando se liberan fluidos de desecho de metalurgia, refrigerantes o aguas de enjuague, estos químicos pueden entrar fácilmente en ríos, suelos y aguas subterráneas. Con el tiempo, se acumulan en los ecosistemas, creando riesgos ambientales a largo plazo.
 
Al mismo tiempo, las presiones regulatorias y de salud están aumentando. Agencias como la EPA de EE. UU. han clasificado compuestos clave de PFAS bajo la Ley de Control de Sustancias Tóxicas, limitando su uso y promoviendo alternativas más seguras. La Unión Europea ha introducido restricciones similares bajo la Convención de Estocolmo. Los estudios también han relacionado la exposición prolongada a PFAS con serias preocupaciones de salud, incluyendo la disrupción hormonal, el debilitamiento de la función inmunológica y un mayor riesgo de ciertos tipos de cáncer. Juntos, estos factores ambientales, regulatorios y de salud están impulsando a la industria del metal a buscar urgentemente soluciones confiables libres de PFAS.

Alternativas Avanzadas Sin PFAS
■ Lubricantes a Base de Plantas: Hechos de aceites naturales, estos fluidos son más biodegradables y respetuosos con el medio ambiente, mientras que aún proporcionan un excelente rendimiento de lubricación.
■ Lubricantes de Éster Sintético: Diseñados para alta estabilidad térmica y protección contra el desgaste, estas alternativas cumplen con los exigentes requisitos de mecanizado sin utilizar compuestos fluorados.
■ Tendencias de la Industria: Aunque el costo y la validación a gran escala siguen siendo desafíos, los fabricantes están desarrollando rápidamente soluciones de alta estabilidad, libres de PFAS, que equilibran la eficiencia del mecanizado con la responsabilidad ambiental.